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El Ayuntamiento lanzará dos fases de los bonos comercio en 2023, en primavera y otoño, y duplicará el presupuesto

Debate del estado de la ciudad. El alcalde anuncia la inversión de un millón de euros en la creación de un fondo de inversión público-privado para financiar startups

• El debate del estado de la ciudad ha comenzado con la intervención del alcalde y ha seguido con las entidades sociales y los grupos municipales

21/10/2022

La campaña municipal Bonos Comercio VLC para promocionar los establecimientos de proximidad se reforzará el año que viene: se lanzará en dos fases, en primavera y en otoño, y se incrementará la inversión hasta duplicarla. El alcalde, Joan Ribó, ha anunciado la iniciativa durante el sexto debate del estado de la ciudad, el último del mandato, donde también ha avanzado que el Ayuntamiento dedicará un millón de euros a un fondo de inversión público-privado para financiar startups que impulsan la Misión Climática València 2030. También se destinará un millón de euros a una nueva convocatoria de subvenciones para proyectos que promuevan la descarbonización de la ciudad.

 

Ribó ha destacado “el impacto y el éxito” de los bonos comercio, que el consistorio ha puesto en marcha por segundo año consecutivo en colaboración con la Cámara de Comercio. En esta segunda edición se ha duplicado la aportación del Ayuntamiento, que ha pasado de los 847.000 euros en 2021 hasta los 1,6 millones de euros en 2022; se han puesto en circulación 27.882 bonos, cerca de 11.000 más que en la anterior convocatoria, y se ha llegado a los 997 establecimientos adheridos, a los que se han sumado las paradas de los mercados municipales.

Junto con las medidas para apoyar al comercio de proximidad, el alcalde ha informado de varias actuaciones para “dinamizar los sectores económicos de la ciudad, una de las prioridades de la gestión de este gobierno municipal”. Así, se ha empezado a poner en marcha “una aceleradora público-privada que acompañe a las startups de carácter innovador con triple impacto, económico, social y ambiental, y que tenga capacidad de inversión para estimular el crecimiento”. Se asignará un millón de euros a través de la fundación Las Naves, con la expectativa de captar 2,5 millones de euros de capital privado.

Además, en 2023 se volverá a sacar una convocatoria de subvenciones por importe de un millón de euros “para el desarrollo de ideas, productos, servicios, iniciativas y proyectos innovadores que impactan en la Misión Climática València 2030, en el desarrollo de una sociedad sostenible y neutra en emisiones contaminantes y, con esto, en la mejora de la vida de las personas”. Este año se han presentado más de 70 propuestas y en diciembre se conocerán las ganadoras.

El máximo responsable municipal ha recordado que València ha sido la primera ciudad europea con una misión aprobada: la Misión Climática València 2030, lo que ha propiciado que la Comisión Europea la haya elegido para formar parte de la red de las cien ciudades europeas climáticamente neutras en el 2030. En ese sentido, Joan Ribó ha resaltado el trabajo de la Oficina de Proyectos Europeos. En total, se han presentado solicitudes de ayudas a la Unión Europea por valor de 165 millones de euros y, “de momento, y a falta de algunas ayudas que todavía están en período de resolución”, el Ayuntamiento ya ha recibido fondos por una cuantía de 60 millones de euros.

Durante la intervención, el alcalde se ha detenido igualmente “en la inversión en los pueblos de València, donde se ha estado trabajando en la adquisición de inmuebles singulares para ponerlos al alcance de la ciudadanía”. Ribó ha explicado que se está estudiando la compra de la Casa del Reloj de Massarrojos, que están “muy avanzados” los trámites para conseguir la Casa de la Demanà del Saler, que próximamente se iniciará la redacción del proyecto de las obras para habilitar la Trilladora del Tocaio del Palmar y que se está restaurando la Casa Forestal de la Devesa para abrirla como espacio sociocultural y centro de interpretación medioambiental.

Otro de los asuntos tratados a lo largo de la exposición del alcalde ha sido la implementación de una experiencia piloto de jornada laboral de cuatro días a la semana durante el próximo mes de abril, que situará a València “en la vanguardia de las ciudades innovadoras”. El objetivo es “comprobar indicadores de bienestar, ocio, consumo energético, movilidad o productividad entre la población”.

El alcalde también ha valorado la apuesta por la dinamización y mejora de los mercados municipales. En este sentido, ha anunciado el inicio de las obres del nuevo mercado de Castellar, el acceso al aparcamiento del Mercat Central y la adecuación del aire acondicionado de Jesús, Jerusalem y Natzaret.

Datos económicos

Joan Ribó ha repasado las cifras de empleo, que “tienen que ver con las ayudas que ha dado el Ayuntamiento para incentivar la creación de puestos de trabajo” y “la apuesta por promover la calidad del trabajo”. La tasa de personas autónomas alcanza en València el 14% del total de afiliaciones a la Seguridad Social, superando a Barcelona, Madrid, Sevilla o Málaga. En enero, el número de personas paradas era de 51.924, “la mejor cifra de los últimos 12 años” y, “con datos de hace pocos días”, hay registradas 50.799 personas desempleadas, “la cifra más baja de los últimos 14 años”. En cuanto al tipo de contratación, el número de contratos indefinidos supera este mes el 57% sobre el total.

“Estos bonos resultados no han venido caídos del cielo. El Ayuntamiento ha dedicado muchos recursos propios y provenientes de subvenciones europeas y autonómicas”, ha apuntado el alcalde. En esa línea, se ha referido a la contratación, “hace pocos días”, para la construcción de un nuevo centro de formación y empleo en la calle de Lluís Despuig, en el Cabanyal, con un presupuesto de 2,4 millones de euros. “Hay muchas formas de afrontar las crisis económicas. Una de ellas es ayudar a los bancos, dificultar los impuestos a las eléctricas o pedir continuas rebajas de impuestos”, ha señalado Ribó. “La otra forma es la que hemos desarrollado los gobiernos progresistas, con políticas que ayudan a la mayoría de la población a salir de la situación de dificultad económica en que se encuentran”.

Para hacer frente a la crisis por el coronavirus, el Ayuntamiento incorporó al presupuesto de 2020 un total de 29’8 millones euros de ayudas. En el presupuesto de 2021, el consistorio impulsó, junto con la Generalitat y la Diputación de València, el Plan Resistir, con 28’8 millones de euros, a los que se tienen que añadir 2’2 millones de euros más de ayudas directas al comercio y asociaciones de vendedores. La inversión en bienestar social ha sido “muy significativa”: 11’7 millones de euros en créditos extraordinarios en el 2020, 5’4 millones de incremento en el presupuesto de 2021 y 2’2 millones de incremento en el presupuesto de 2022 para fortalecer la red de ayuda y asistencia social.

En relación a la deuda, Ribó ha señalado que “València es la gran ciudad española que más lo ha reducido desde 2015, a pesar de los problemas económicos generados por la covid, la actual situación derivada de la guerra de Ucrania y las subidas del IPC”. Se ha pasado de los 794 millones de euros de endeudamiento hace siete años, esto es, un 106% del presupuesto, a los 314 millones de euros en 2022, es decir, el 31%, y con la previsión de bajar hasta los 232’6 millones de euros, lo que supone el 23% de las cuentas municipales. En cuestión de ejecución de inversiones, la media en el período 2012-2014 fue de 49 millones de euros, mientras que entre 2016 y 2018 ha sido de 82’3 millones de euros. A 30 de septiembre, la media es de 46’4 millones de euros y se espera superar los resultados de 2021.

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Joan Ribó