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El gobierno municipal ha aprobado este mediodía las bases del concurso para el diseño del futuro Parque de Desembocadura, que cerrará el Jardín del Turia desde la Ciudad de las Ciencias hasta el mar. El vicealcalde y portavoz municipal, Sergi Campillo, ha afirmado que “este gobierno atiende una demanda histórica del vecindario de Natzaret, el más afectado por la ampliación sur del puerto, y, por lo tanto, esta ciudad tiene una deuda histórica con el barrio de Natzaret, y también de manera muy importante con los vecinos del Grau porque afectará de manera muy significativa a los últimos tramos del jardín del Túria y que, además, está en conexión con el PAI del Grau”.

Sergi Campillo ha explicado que “comenzamos la fase final del jardín del Túria, la finalización del jardín del Túria, que cumple este año 35 años desde su inicio. Por lo tanto, este gobierno, un gobierno progresista, es heredero también del primer gobierno progresista del alcalde Ricard Pérez Casado”. El concejal ha explicado que “tiene un grado de justicia poética, histórica, que un gobierno progresista acabe el trabajo del primer gobierno progresista, que es abrir el jardín del Turia a los barrios del sur. Es un hito muy importante que cambiará la vida del todos los vecinos y vecinas de esta zona de la ciudad”.

El futuro Parque de Desembocadura comprende 25,3 hectáreas desde el puente de l’Assut de l’Or hasta Natzaret con una inversión de 35 millones de euros. El equipo seleccionado en la fase de concurso se encargará también de la redacción del proyecto y la dirección facultativa de las obras de la primera fase: las 9,3 hectáreas que llegan al puerto, con un presupuesto de 15 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará 13,5 millones. El parque engloba cuatro áreas en un único proyecto paisajístico, que supone también una solución para los últimos tramos del Jardín del Turia y que conecta con los sector urbanísticos de Francia, Ciutat de les Arts i les Ciències, Moreras-II, Cocoters y Grau.

Innovación y fondos europeos

La Junta de Gobierno ha acordado hoy también ampliar en 250.000 euros las ayudas destinadas a la convocatoria para el desarrollo de proyectos de innovación destinados a la misión climática València 2030. Así, las ayudas pasarán de 750.000 a 1 millón de euros.

El gobierno municipal también ha aprobado ampliar la ayuda que otorga a la Asociación València Capital del Diseño en el marco del convenio que mantiene para la celebración de la capitalidad del diseño 2022. El incremento de la ayuda será de 300.000 euros y, por lo tanto, sumará un total de un millón trescientos mil euros.

El gobierno local ha aceptado hoy también la ayuda concedida por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de energía (IDAE) para la mejora del ahorro energético de la ciudad y, en concreto, del pueblo de Massarrojos, del distrito de Ciutat Vella y del barrio de Russafa. En total, se han substituido 2.227 luminarias por tecnología LED de última generación. Esta actuación, que ya ha sido ejecutada, tenía un coste elegible de 899.966’44 euros, de los que el IDAE ha financiado 449.983’22.

Sergi Campillo ha recordado que las luces sustituidas eran “las luminarias defectuosas de aquel famoso caso de corrupción conocido como los leds de Rus”. El concejal ha explicado también que “las luminarias eran muy deficientes y, además, habían perdido intensidad lumínica”.

La Junta de Gobierno ha dado el visto bueno también a la ayuda otorgada por los fondos europeos “Next Generation” para proyectos de movilidad urbana. En concreto, los fondos comunitarios financian 3’3 millones para cuatro líneas de actuación en materia de carriles-bici y transporte público. Las nuevas partidas se suman a los 36 millones ya conseguidos para financiar las zonas de bajas emisiones o la compra de autobuses eléctricos de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

Por último, el gobierno municipal ha aprobado el plan de acción en materia de contaminación acústica de València, un conjunto de medidas que todos los consistorios deben aprobar y que, cada cinco años, realiza una foto fija del mapa de ruido de la ciudad. En el nuevo plan se señalan 37 líneas de actuación, que incluyen medidas preventivas y correctivas, y que define ocho ejes estratégicos de acción en materia de reducción del ruido, especialmente del tráfico rodado.

El plan introduce como novedad una estrategia de protección de zonas tranquilas con el fin de ampliar el confort acústico en todos los distritos de la ciudad. El parque natural de la Albufera también tiene su espacio en el plan como pulmón verde de la ciudad y como zona de bajas emisiones acústicas.