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El Palauet de Monforte ha acogido este lunes, 8 de mayo, la primera ceremonia de bienvenida a la ciudadanía, que ha tenido como protagonista a un niño de tres meses de edad y sus familiares, quienes han inaugurado de esta manera la nueva celebración cívica propiciada por el Ayuntamiento de València. El alcalde, Joan Ribó, ha presidido este primer acto formal, después de que la Junta de Gobierno Local aprobara el pasado mes de febrero disponer de un protocolo y un espacio adecuado para que las familias valencianas que lo deseen puedan ofrecer a sus nuevos miembros una bienvenida ciudadana al margen de cualquier rito religioso particular.
 

La primera de estas nuevas ceremonias ha dado comienzo, puntualmente, a las 13:30 horas, presidida por el alcalde de València, Joan Ribó, quien ha abierto la celebración dando la bienvenida a las personas asistentes al acto. Seguidamente, el alcalde ha dado lectura a dos poemas: “Cançó de bressol per a despertar consciències”, del poeta valenciano Marc Granell; y “Cómo se dibuja un niño”, de Gloria Fuertes.

El protocolo contempla que las madres o padres de las criaturas, sus familiares o los tutores legales puedan intervenir para reafirmar su compromiso con la protección y defensa de los derechos fundamentales del menor o la menor. Tras todas las intervenciones, el acto ha concluido con la firma de la Carta Municipal Ciudadana y entrega de la copia firmada por las partes a los familiares del nuevo miembro de la comunidad.

Ya hay solicitudes para los próximos meses

Las ceremonias de bienvenida a la ciudadanía se celebrarán, según el protocolo especial de actuación aprobado el pasado mes de abril, los primeros lunes de cada mes, aunque en este caso, dado que el primer lunes de mayo, el pasado día 1, era festivo, la celebración se ha trasladado a la jornada de hoy, día 8. Actualmente, ya hay registradas solicitudes para los próximos meses, hasta después de la pausa estival (no se prevé celebrar ceremonias durante los meses de agosto ni en la semana de Fallas). Tal como señala el protocolo aprobado por la Junta de Gobierno, la ceremonia constituye “un acto protocolario sin efectos jurídicos, cuya finalidad es dar la bienvenida a un nuevo miembro de la familia y de la ciudad”. Por tanto, el acto de bienvenida “no tiene efectos legales ni supone ningún privilegio o preferencia del niño o niña en el acceso a los servicios municipales”.

Para poder acceder a esta celebración ante la autoridad municipal, al menos una de las personas solicitantes habrá de estar empadronada en la ciudad, y las niñas y niños protagonistas de la ceremonia no deberán tener una edad superior a dos años en la fecha de presentación de la solicitud (aunque se contemplan excepciones para casos especiales, como la adopción). Las personas interesadas en participar en esta inicitiva deberán presentar una solicitud tanto de manera presencial, en la oficina situada en el palacio de los Jardines de Monforte, o a través de la sede electrónica municipal. Deberán aportar el certificado de nacimiento de la niña o niño y el libro de familia o la resolución judicial por la que se concede la tutela del o la menor. También habrán de incluir el DNI, pasaporte o NIE de la persona o personas solicitantes (las dos personas que ostenten la patria potestad, salvo en el caso de las familias monoparentales, o personas tutoras de la niña o niño) y, si hubiera padrinos o madrinas del acto, algo que es facultativo, también se aportarán sus DNI, pasaportes o NIE.

La competencia para la celebración de las ceremonias es de la Alcaldía, que puede delegar en las concejalas y concejales de la Corporación, según establece la Ley reguladora de las bases del régimen local. La puesta en marcha de esta formalidad de bienvenida se asienta sobre el principio de protección de las personas que llegan al mundo, una cuestión fundamental recogida en la Constitución Española y en la Convención sobre los Derechos de la Infancia de la Organización de las Naciones Unidas. Además, la promoción de actividades culturales, el desarrollo de la participación ciudadana y el desarrollo de valores cívicos en el ámbito de la comunidad vecinal viene recogida en la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, que contempla la posibilidad de realizar actos de carácter formal y protocolario, sin efectos jurídicos, por parte de los ayuntamientos.