Fiestas | Ayuntamiento de Valencia - València

FIESTAS

Fotos de fiestas

Ciudad amante de la vida en la calle y de las celebraciones en grupo, València posee un calendario lleno de fiestas. Muchas de estas son acontecimientos culturales de carácter singular, basados en la rica tradición festiva valenciana y con unos valores patrimoniales importantísimos, pero que también aparecen ligados a valiosas manifestaciones contemporáneas y cosmopolitas.

La espectacularidad de los festejos, las cálidas temperaturas y la riqueza de la gastronomía hacen que el ciudadano o el visitante vivan plenamente la eclosión social que se produce en todas y cada una de las fiestas de València.

El carácter extrovertido, alegre y bullicioso de los valencianos y las valencianas se manifiesta en fiestas, religiosas y profanas, que se celebran mayoritariamente en la calle y en las que se mezclan rituales, creatividad, pólvora, música, flores...

Dentro del extenso calendario festivo de la ciudad destacan las de San Vicente Mártir, las Fallas, la Semana Santa Marinera, San Vicente Ferrer, la Virgen de los Desamparados, el Corpus Christi, la Gran Fira de València, el Nou d’Octubre y el ciclo de Navidad, que también incluye actividades como por ejemplo Expojove, el Fin de Año o la Cabalgata de Reyes.

NUESTRAS FIESTAS

AGENDA

La Agenda de la Ciudad en esta misma web, le ofrece los programas detallados de cada una de las fiestas.

LAS FALLAS

Las Fallas son una fuente de creatividad colectiva que involucra a miles de valencianos y valencianas. Del 15 al 19 de marzo, las ciudades valencianas se convierten en museos de arte efímero en la calle que celebran la llegada de la primavera.

La música, la pólvora, la indumentaria tradicional, la alegría, el trabajo en equipo, la sociabilidad de su gente, el fuego más vigoroso y purificador, el color, la cálida acogida a quien viene a vivirlas por primera vez... son solo algunos de los ingredientes que hacen de esta una fiesta singular. De hecho, sus valores creativos y sus prácticas rituales, que se repiten cada año desde hace décadas, han conseguido que la UNESCO las declarara patrimonio inmaterial de la humanidad en 2016.

Las Fallas se remontan tanto a los catafalcos satíricos y burlescos que los vecinos ya erigían a mediados del siglo XVIII como a las hogueras que se encendían cerca de las alquerías de la huerta. Con el tiempo se fue sumando el trabajo artesano de los carpinteros y otros profesionales que ayudaron a extender la fiesta por cada barrio de la ciudad y también por los municipios contiguos, llegando hoy en día a tener constituidas más de 350 comisiones falleras en la ciudad de València. Desde sus orígenes la evolución de la fiesta ha sido constant gracias a su sentido crítico y a su espíritu cultural renovador.

La falla es el eje que vertebra la fiesta. Es una gran escultura efímera creada a lo largo de un año que nace de la nada en las calles valencianas. Su alma es la crítica satírica sobre los temas de la actualidad política y social. El ingenio de los versos más ácidos complementan las escenas artísticas de cada falla. Y es que el carácter satírico de los valencianos siempre ha quedado visible en el espejo crítico de la falla como un escaparate de la realidad. Las fallas se integran en la trama urbana, y transforman las ciudades en un organismo vivo en el que las instalaciones artísticas conviven con el público en un diálogo intercultural único.

Fiesta, tradición y color, además de un complejo tejido asociativo. Las comisiones falleras siguen rituales que se repiten cada año, pero también generan actividades lúdicas de todo tipo en los que está asegurada la diversión.

Las Fallas empiezan oficialmente con la Crida desde las Torres de los Serranos, y ya avanzado marzo empieza la larga “plantà” de las fallas de mayor volumen, a pesar de que formalmente la “plantà” de las fallas infantiles es el día 15 por la mañana y la de las grandes la noche de este mismo día. También destaca por su emotividad la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados, capaz de movilizar más de 100.000 falleros los días 17 y 18. Paralelamente se suceden las actividades festivas más variadas en las demarcaciones de las comisiones falleras y sus casales, que ofrecen una activa vida cultural durante todo el año.

Desde el 1 de marzo, València se convierte en una nube de pólvora que rodea el visitante en una experiencia única en el mundo. Las “mascletades” de la plaza del Ayuntamiento pautan el ritmo de los días festivos y, como los castillos de fuegos artificiales, congregan enormes multitudes de amantes de la pólvora, la cual también tiene otras manifestaciones interesantes como la “despertà” o el “correfoc”. El 18 de marzo de madrugada, la Nit del Foc estalla con una espectacular demostración de fuegos artificiales.

Si la pólvora dota a las Fallas de una explosiva banda sonora, la música que acompaña la fiesta tiene también una gran importancia. La ciudad de València se convierte en un escenario abierto donde el visitante puede verse sorprendido en cada rincón por las notas de la música festiva interpretadas por bandas de música o pandillas de “tabal” y “dolçaina”.

El 19 de marzo es el día de San José, el día grande de la fiesta. Por la mañana tiene lugar la ofrenda floral al patriarca y las comisiones apuran sus últimos pasacalles, que culminan con las “mascletades” o tracas en cada demarcación. Por la tarde, la Cavalcada del Foc, en la cual desfilan grupos de diablos que esparcen fuego y llamas por la ciudad, da lugar a las últimas horas de la fiesta, que culmina en la “cremà”. Las fallas arden en los barrios y renuevan vida y sentimientos. Un fuego purificador del cual surgirán las energías para construir las fallas del año siguiente.

Durante todo el año, se puede visitar el Museo Fallero, en el barrio de Montolivet, que reúne los ninots indultados, carteles anunciadores de las Fallas, indumentaria y varios objetos asociados al día a día de la fiesta. El Museo Fallero de València tiene una característica que lo hace único en el mundo: los ninots infantiles y adultos que se incorporan son elegidos cada año por votación popular desde 1934 en la Exposición del Ninot. De esta manera, la colección muestra la evolución de las técnicas y los materiales utilizados por los artistas falleros para elaborar los muñecos. También se observa el sentimiento de una época, las preocupaciones de la sociedad y las críticas satíricas que los artistas del momento querían expresar.

También se puede visitar el Museo del Artista Fallero de València del Gremio Artesano de Artistas Falleros.

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La Agenda de la Ciudad en esta misma web, le ofrece los programas detallados de cada una de las fiestas.